Los días que vivimos son duros, y lo
duro endurece, nos hace más fuertes. Lo más duro del confinamiento es la
carga emocional que presenta la incertidumbre,
el miedo, la tristeza, la rabia. De modo que la forma en la que vamos a
fortalecernos también va a ser emocional. Y la fortaleza emocional no es no
sentir dichas emociones, sino saber gestionarlas.
La música es una fuente de emociones universal. Así que podemos usarla
como quien usa unas pesas para fortalecer sus bíceps.
Propongo hacer una lista de 10 canciones que de alguna manera relaciones
con cada una de las 10 emociones básicas: las cinco positivas (curiosidad,
admiración, seguridad, alegría y sorpresa) y las cinco negativas (miedo, rabia,
tristeza, culpa y asco). Después
escúchalas intentando generarte dicha emoción, puedes por ejemplo evocar
momentos en los que te sentiste de esa manera. Puedes escucharlo tranquilamente
o dejarte llevar, y bailar. Se trata de que puedas ejercer cierto control sobre
las propias emociones, sobre todo las negativas, no sólo se trata de
provocarlas (aunque pueda sonar paradójico) sino de gestionarlas.
Otra actividad interesante en familia, puede ser, que uno por uno
escuchen una canción con cascos, y bailarlas y/o expresarlas de modo que los
demás puedan adivinar la emoción que se representa, incluso adivinar la
canción.
También puede hacerse un listado de canciones que podrían ser la banda
sonora de la película de nuestra vida.
Propongo
éstas, pero en fin, hay multitud de actividades
musicales que pueden servirnos para provocar y manejar las emociones.Juan Ignacio Perez Aramendia Vidal
Psicologo infanto juvenil en zaragoza
Martinez Bardají Psiocología y Salud.